miércoles, 27 de octubre de 2010

Facil de sentir, dificil de explicar

- ¿Tú te has enamorado alguna vez?
• Puede...
- No, estoy segura de que tú nunca has estado enamorado.
• ¿Y tú cómo lo sabes?
- Porque yo antes también lo pensaba... confundía amor con obsesión. Mis ideas de enamoramiento, las que plasmaba en mis textos, no eran más que las vivencias de mis amigas. Pequeños relatos a los que yo a veces no veía el sentido.
• ¿Y qué tiene que ver todo eso conmigo? Somos diferentes.
- Mira... cuando él me habla empiezo a sentir fiebre y tiemblo excesivamente, me fijo en cada detalle por pequeño que sea y creo en mi cabeza grandes paranoias a base de ellos, me echo la culpa a mi misma cuando algo sale mal y pienso en otras mil palabras que diría si volviese atrás en el tiempo, cuando me dice algo bonito mi cabeza lo repite constantemente, me acuerdo de todas y cada una de nuestras conversaciones, por él sería capaz de cometer mil errores y no me siento orgullosa pero tampoco te voy a mentir, cuando le noto raro conmigo las lágrimas están siempre a flor de piel, me conozco cada una de sus fotos y todo lo que me hace posible saber, oigo su nombre en todas partes, relaciono cada suceso cotidiano con él, me inspira a la hora de escribir y cada vez que leo un texto de amor creo mis historias en las que ambos somos los protagonistas, su voz tiene un lugar permanente en mi cabeza, le echo de menos a todas horas, haría tantas tonterías por y para él... iría con él al fin del mundo, y me daría igual, si me lo pidiera. Él consiguió que tres cuartos de hora sean recordados infinitos minutos, soy incapaz de enfadarme con él aunque tenga incontables razones, siempre acabo haciendo lo que él quiere que haga, cuando pasamos más de un día sin hablar siento que me falta algo...
• ¡Para, para! ¿Y hace cuánto tiempo que sientes todo eso?
- Desde que empecé a quererte...

sábado, 23 de octubre de 2010

Romeo y Julieta.

Dadme a mi Romeo, y cuando muera lleváoslo y divididlo en pequeñas estrellas. El rostro del cielo se tornará tan bello que el mundo entero se enamorará de la noche y dejará de adorar al estridente sol.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Ven que vamos a hacer un pacto yo y tu sonrisa

Me gusta. Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en pequeñas dosis, intensas, pero pequeñas. Me gusta porque acelera el pulso, sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero fácil de romperse.
Me gusta porque no tiene sentido ni hace falta buscarle explicación. Porque te provoca fanatismo, te hace sentir libre pero nunca te libera. Porque la palabra clave es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Porque es irremediable e incurable. Produce locura y eso, me gusta.